lunes, 1 de febrero de 2016

BOCCACCIO Y EL DECAMERÓN



GIOVANNI BOCCACCIO ( Florencia 1313-1375), autor italiano amigo del poeta Petaca, hombre culto conocedor de las lenguas clásicas. Su obra de fama internacional es una obra narrativa situada en Florencia en 1348, año en que la peste asoló la ciudad.

EL DECAMERÓN en EL LIBRO TOTAL
El Decamerón (diez días) está constituido por cien cuentos, o novelas cortas, escritos por Giovanni Boccaccio entre 1351 y 1353, donde se desarrollan tres temas principales: el amor, la inteligencia humana y la fortuna.
Para engarzar las cien historias, Boccaccio estableció un marco de referencia narrativo. La obra comienza con una descripción de la peste bubónica (la epidemia de peste negra que golpeó a Florencia en 1348), lo que da motivo a que un grupo de diez jóvenes, siete mujeres y tres hombres que huyen de la plaga, se refugien en una villa en las afueras de Florencia.
Con el fin de entretenerse, cada miembro del grupo cuenta una historia por cada una de las diez noches que pasan en la villa, lo que da nombre en griego al libro: δέκα déka 'diez' y ἡμέραι hēmérai 'días'. Además, cada uno de los diez personajes se nombra jefe del grupo cada uno de los diez días alternadamente. Cada día, a excepción del primero y noveno en que los cuentos son de tema libre, uno de los jóvenes es nombrado «rey» y decide el tema sobre el que versarán los cuentos.
Los temas son casi siempre eróticos, a tono con la mentalidad burguesa que empezaba a fraguarse en Florencia: la inteligencia humana, la fortuna y el amor. Cada día también incluye una breve introducción y una conclusión, que describen otras actividades diarias del grupo, además del relato de historias. Estos interludios del cuento incluyen con frecuencia las transcripciones de canciones populares italianas en verso.
El Decamerón describe detalladamente los efectos físicos, psicológicos y sociales que la peste bubónica ejerció en esa parte de Europa. Los argumentos básicos de las historias no son generalmente invención de Boccaccio; de hecho, se basan en fuentes italianas más antiguas, o en algunas ocasiones en fuentes francesas o latinas.
Formalmente, El Decamerón se encuentra estructurado de la siguiente manera: una introducción que hace de la peste el marco general del texto y diez jornadas. Éstas últimas podrían sintetizarse bajo los rótulos que se detallan a continuación:
    Jornada I - Ciappelletto (Judas)- Vicios;
    Jornada II Y III - Fortuna y mercantilización;
    Jornada IV - Cuentos de amor con final trágico;
    Jornada V - Cuentos de amor con final feliz;
    Jornada VI, VII Y VIII - Ingenio;
    Jornada IX - Microcosmos;
Jornada X - Griselda (María).

La importancia del Decamerón estriba en gran parte en su muy cuidada y elegante prosa, que estableció un modelo a imitar para los futuros escritores del Renacimiento, pero también en haber constituido el molde genérico de la futura novela cortesana, no sólo en Italia a través de los llamados novellieri (Franco Sachetti, Mateo Bandello, Giraldi Cinthio, etc.), sino en toda Europa (El Patrañuelo de Juan de Timoneda, las Novelas Ejemplares de Cervantes, etc.).
El Decamerón describe detalladamente los efectos físicos, psicológicos y sociales que la peste bubónica ejerció en esa parte de Europa. Los argumentos básicos de las historias no son generalmente invención de Boccaccio; de hecho, se basan en fuentes italianas más antiguas, o en algunas ocasiones en fuentes francesas o latinas. Cabe mencionar que algunas de las historias que contiene el Decamerón aparecen más adelante en los Cuentos de Canterbury de Chaucer.
Se puede considerar el Decamerón como obra precursora del Renacimiento por la concepción profana del hombre, la ausencia de rasgos fantásticos o míticos, y la burla de los ideales medievales, lo que dota a la obra de un carácter claramente antropocéntrico y humanista. Los jóvenes que llevan adelante las diez jornadas instauran la idea del carpe diem en contraposición al tópico literario del ubi sunt. Puede apreciarse una paulatina desmitificación de la idea de la tierra como simple tránsito hacia la vida eterna.
Los personajes de Boccaccio son seres comunes, defectuosos y desprovistos de cualquier valor noble, caballeresco o cortés, propio de una sociedad feudal; por el contrario, destacan los ladrones, embusteros y adúlteros, y se enaltece su astucia, que les permite salir airosos de las situaciones descritas, a diferencia de la antigua concepción medieval, donde el protagonista o héroe de la historia poseía facultades inherentes a su ser, como la belleza o la fuerza, y asociadas siempre a la nobleza y la divinidad. Finalmente, el fuerte sentido anticlerical de las historias de Boccaccio le aleja de la concepción teocéntrica medieval.
En esta obra el dios del amor, Eros, rige el mundo. Los dos sexos, tanto el varón como la mujer, son criaturas destinadas al amor, que se entiende de una manera definidamente sensual y que, por consiguiente, debe ser experimentado corporalmente.
El Decamerón se escribió cuando la Edad Media llegaba a su fin. Así, mientras la peste arrasaba provocando estragos alrededor, en este jardín florece todo un mundo de historias vitales y de sobrecargada sensualidad.

Todas las historias eróticas de Bocaccio se corresponden con la imagen medieval de la mujer, proclive a caer en las tentaciones de la carne. Se la considera como a una hija de la seductora Eva, muy difícil de saciar. Se repite la idea de que si el marido no satisface a la mujer, ésta se procurará el placer por otros caminos.