Este año de 2016 celebramos el 400 aniversario de la muerte de los dos escritores más importantes e influyentes en la literatura universal: Cervantes y Shakespeare. Es verdad que hay que aclarar la fecha de su muerte. Siempre se ha sostenido que ambos murieron el 23 de abril de 1616, pero ninguno lo hizo en tal fecha. Cervantes falleció el 22 y fue enterrado el 23, mientras que la diferencia de fechas es aún mayor con Shakespeare, ya que en aquella época Inglaterra se regía por el calendario juliano, por lo que en realidad su muerte se produjo un 3 de mayo. Pero poco importa a nuestro cuento. Leamos lo que ha escrito David Cameron sobre este acontecimiento.
Shakespeare vive
Los personajes y tramas creados por el escritor ejercen gran influencia en
la sociedad actual
El
400 aniversario de la muerte de William Shakespeare de este año no es solo una
oportunidad para conmemorar a uno de los dramaturgos más grandes de todos los
tiempos. Es también una ocasión para celebrar la extraordinaria y persistente
influencia de un hombre que —tomando prestada su descripción de Julio César—
“se pasea por el mundo, que le parece estrecho, como un coloso”.
El
legado de Shakespeare no tiene parangón: sus obras se han traducido a más de
100 idiomas y han sido objeto de estudio en medio mundo. Como señaló uno de sus
coetáneos, Ben Jonson, “Shakespeare no es de una época, sino para todos los
tiempos”. Sigue vivo hoy en día en nuestro lenguaje, nuestra cultura y nuestra
sociedad, así como por su permanente influencia en la educación.
Shakespeare
desempeñó un papel crucial en la formación del inglés moderno y ayudó a
convertirlo en el principal idioma del mundo. El primer diccionario importante
compilado por Samuel Johnson recurrió a Shakespeare más que a cualquier otro
autor. Tres mil palabras y expresiones nuevas del inglés aparecieron por
primera vez impresas en las obras de Shakespeare. Recuerdo de mi infancia
cuántas de ellas se encontraron por primera vez en inglés en Enrique V.
Palabras como descorazonar, despojar, adicción, inmovilidad, salto —y
expresiones como “una vez más a la brecha”, “banda de hermanos” y “corazón de
oro”— han pasado a nuestro idioma actual sin que sea necesario remitirse a su
contexto original. Shakespeare fue pionero en el uso innovador de la forma y
estructura gramaticales —lo que incluye los versos sin rimas, los superlativos
y las expresiones o palabras formadas a partir de otras existentes, como
“manchado de sangre”—, y la preponderancia de sus obras contribuyó también en
gran medida a estandarizar la ortografía y la gramática.
Sin
embargo, la influencia de Shakespeare va mucho más allá de nuestro idioma. Sus
palabras, sus tramas y sus personajes siguen ejerciendo una gran influencia en
nuestra cultura y en nuestra sociedad en un sentido más amplio. Nelson Mandela,
en sus años como prisionero en Robben Island, adoraba esta cita de Julio César:
“Los cobardes mueren muchas veces antes de su muerte; el valiente no saborea la
muerte sino una vez”. La huella de Shakespeare se encuentra en todas partes,
desde Dickens y Goethe hasta Chaikovski, Verdi y Brahms; desde West Side
Story hasta la obra de Agatha Christie inspirada en Hamlet, La
ratonera, la producción teatral que más tiempo lleva en cartel en el West
End de Londres. Sus obras siguen entreteniendo a millones de personas: desde
los alumnos de escuelas de todo el mundo hasta los centenares de admiradores
que el año pasado hacían cola toda la noche en el Barbican Hall de Londres para
conseguir entradas de última hora y ver a Benedict Cumberbatch interpretando a
Hamlet.
Pero
quizás uno de los legados más apasionantes de Shakespeare sea su influencia en
la educación. Por eso, el 5 de enero, noche de Reyes, y cada día a lo largo de
2016, Gran Bretaña les invita a celebrar con nosotros la vida y el legado de
William Shakespeare. Hoy presentamos Shakespeare Lives (Shakespeare
vive), un interesante programa mundial de actividades y acontecimientos
pensados para resaltar su persistente influencia y extender el uso de
Shakespeare como recurso educativo para mejorar la alfabetización en todo el
mundo.
El
programa se desarrollará en más de 70 países, España entre ellos. El British
Council en Madrid está desarrollando líneas de colaboración con teatros,
museos, educadores y artistas en torno a la obra de Shakespeare.
Más
allá del gran don del lenguaje, la representación de nuestra historia, su
influencia continua en nuestra cultura y su capacidad formativa, la inmensa
fuerza de Shakespeare es fuente de inspiración por sí sola. De la historia de
amor más célebre a la mayor de las tragedias; de la fantasía más poderosa a la
comedia más ingeniosa; y de los discursos más memorables a sus numerosos
personajes legendarios: William Shakespeare es un hombre dotado de una imaginación
inmensa, una creatividad sin fronteras y un instinto de humanidad que abarcan
toda la experiencia humana como nadie lo ha hecho nunca antes o desde entonces.
En
2016 le animamos a participar en esta oportunidad única para celebrar la vida y
el imperecedero legado de esta gran figura. Y así confirmará que —tal como él
mismo afirmó— “el mundo es un escenario” y que a través de su legado,
verdaderamente, Shakespeare vive.
David
Cameron es primer ministro de Reino Unido.