miércoles, 13 de enero de 2016

LA DIVINA COMEDIA: UN VIAJE INICIÁTICO DE BÚSQUEDA

LA DIVINA COMEDIA EN EL LIBRO TOTAL EN TOSCANO
A mitad del andar de nuestra vida
extraviado me vi por selva oscura,
que la vía directa era perdida.

¡Ay, cuánto referir es cosa dura
de esta selva lo espeso, agreste y fuerte,
de que aún conserva el pecho la pavura!

Tanto es agria, que poco es más la muerte;
mas las otras diré cosas que viera,
antes de lo que en esa halló mi suerte.

La Divina Comedia comienza con estos tercetos. En primer lugar aparece la metáfora de la vida como camino, metáfora que ya vimos en el Salmo I, tanto la vida como un camino tienen un principio y un final, ambos presentan obstáculos, tienen un rumbo, y lo más importante es que ambos se eligen, nosotros elegimos cómo vivir nuestra vida de la misma manera que elegimos un camino. La diferencia entre la vida y el camino es que en la vida no se puede dar vuelta atrás. Se encuentra en la selva oscura, que es metáfora de la vida de pecado.
Los tres cantos finalizan con la palabra "estrellas":


subimos, él primero y yo después, 
hasta que nos dejó mirar el cielo 
un agujero, por el cual salimos                                       
a contemplar de nuevo las estrellas.    CANTO I

De aquel agua santísima volví 
transformado como una planta nueva 
con un nuevo follaje renovada, 
puro y dispuesto a alzarme a las estrellas.    CANTO II

Faltan fuerzas a la alta fantasía; 
mas ya mi voluntad y mi deseo 
giraban como ruedas que impulsaba                                          
Aquel que mueve el sol y las estrellas.  CANTO III


Dante posiblemente inicia la composición de La Divina Comedia, en 1307, año en que fue desterrado de Florencia por problemas políticos. Dicha composición se prolongó hasta 1319.
En la obra, Dante finge hacer un viaje imaginario bajo la guía de la razón y del amor, que se inicia la noche del viernes santo del 8 de abril de 1300 (cuando el poeta tiene 35 años), comenzando su peregrinación por el infierno, el Purgatorio y el Paraíso. Dura 7 días, como los días de la Creación. El relato está en primera persona, el propio Dante decide bajar al Infierno y él mismo nos va relatando sus vicisitudes.


La Divina Comedia es un poema alegórico (14730 versos endecasílabos) estructurado en un total de 100 cantos, todos ellos escritos con la misma regla métrica, tercetos endecasílabos y con terca rima (ABA BCB CDC...), y con un cuidado considerable por la forma y la estructura
De los 100 cánticos, 33 corresponden al Cielo, 33 al Purgatorio y 33 al Infierno, más un cántico introductorio. La composición del poema se ordena según el simbolismo del número tres, que se vincula a la Trinidad: Tres personajes principales, estrofa de tres versos y cada una de las tres partes cuentan con treinta y tres cantos. Cada estrofa tiene 33 sílabas. La estructura matemática de la Divina comedia, por otra parte, es mucho más compleja de lo que aquí se esboza. Pero semejante armonía casi matemática puede hacer pensar en un manifiesto formal, en algo alejado de la sensibilidad y la libertad creadora. Nada más equivocado. La piedad, la ternura y la tristeza gobiernan esta arquitectura sagrada cuyos versos perfectos poseen una poderosa e irrepetible emoción estética.. Por ejemplo la presencia del número 3, que simboliza la Santísima Trinidad (tres guías - Virgilio, Beatriz y San Bernardo- tres son los reinos que visita Dante, tres las fieras que se aparecen en la Selva oscura, tres los rostros de Lucifer, la estrofa utilizada es el terceto). Dante se revela profundo conocedor de la simbólica numeral basada en la ciencia tradicional del valor cualitativo de los números, transmitida especialmente por la tradición pitagórica, podemos afirmar que toda la estructura de la Comedia se halla permeada por una red de correspondencias numerales de difícil captación. 
En la Comedia, dicho simbolismo asume extraordinario desarrollo. Tienen relevancia simbólica en la obra, además del tres (está dispuesta en base al ternario), el nueve (número que aparece en las divisiones o círculos del Infierno y en los cielos del Paraíso. Tres veces tres es nueve, nueve círculos posee el infierno y nueve son los cielos. ), el siete (número de los círculos del Purgatorio), el once es suma de los números cinco y seis, que en la tradición hermética simbolizan el microcosmo y el macrocosmo, respectivamente), el 33, el 99 y el 100, como más importantes,y, también, con un carácter enigmático, los números 515 y 666, que suman los versos que separan, en el Inferno, las profecías de Ciacco, de Farinata degli Uberti y de Brunetto Latini. El 515 es también el misterioso número simbólico citado por Beatrice en el canto XXXIII del Purgatorio como "messo per Dio, y no es necesario recordar que el 666 constituye, en el Apocalipsis o "Revelación" de San Juan, el número simbólico que corresponde a la "Bestia".
Según ya se ha visto, la estructura general de la Comedia se basa sobre el número tres, al que se le da un sentido especial, además de conservartodas las connotaciones simbólicas sacras y profanas. Pero la importancia de este número llega más lejos: la estrofa utilizada es el terceto endecasílabo, es decir, una estrofa de tres versos de once sílabas: cada estrofa consta de 33 sílabas. Por otra parte, unas estrofas se unen a otras con un juego de rimas en el que también se puede hablar de un indudable protagonismo del número tres.
¿Cuál es la finalidad de la obra? ¿Tiene una finalidad religiosa y moralizante? 
La finalidad religiosa de la obra es obvia. Dante escribe La Divina Comedia para inducir a la humanidad a apartarse del pecado y optar por el camino de la virtud, el fin trascendental de esta epopeya es orientar a los cristianos para conducirlos por el camino del bien. 



  1. El Infierno

Tiene el poeta 35 años cuando finge encontrarse perdido en medio de una selva oscura (pecado), llena de tupidos árboles que le hacen perder la ruta, aquella de la virtud y la fe. El primer terceto con que se inicia la obra es el siguiente:


En medio del camino de la vida.
Errante me encontré por selva oscura,
en que la recta vía era perdida”.


Después de muchas horas de angustia, ve a lo lejos la primera luz del alba sobre una colina cercana que representa la vida virtuosa. Se dirige hacia ella, pero le obstruyen el camino tres bestias feroces, un león (soberbia), una loba (avaricia) y una pantera (lujuria). Estos vicios le impiden al hombre salir del pecado y tomar el camino de la virtud. Sin embargo, se le presenta la sombra de Virgilio (enviado por Beatriz), el poeta latino que simboliza la razón humana, y le comunica que le va a servir de guía, pero que para salir de esta selva oscura (pecado), primero tiene que atravesar el infierno, después el purgatorio para finalmente llegar al paraíso. Y es así como inician su viaje por los reinos de ultratumba. El primer reino que visitan es el infierno, que Dante imagina como un inmenso cono invertido, que va desde la superficie del hemisferio septentrional hasta tocar con el vértice del centro de la tierra donde se encuentra Lucifer. Al ingresar Dante al infierno, lee sobre las puertas de este primer reino la siguiente inscripción:

Por mí, se va a la ciudad doliente
por mí se va al eterno tormento:
 por mí se va tras la perdida gente


El infierno consta de un ante infierno y posteriormente de 9 círculos; el primero de ellos es el limbo, en los cuatro siguientes se castigan a los incontinentes (lujuriosos, golosos; avaros y pródigos; iracundos, indolentes, soberbios y envidiosos). Al otro lado de la laguna del Estigia, se encuentra la ciudad del Dite, donde son castigados los maliciosos (herejes, violentos, fraudulentos y traidores) en los siguientes cuatro círculos del infierno y en el centro de la tierra se encuentra Lucifer, considerado el más grande traidor de la historia.

 Ante infierno
Llamado “el vestíbulo de los cobardes”. Aquí se encuentran los cobardes; aquellas personas que no se dignaron a hacer el bien ni tampoco el mal. Los cobardes están condenados a correr eternamente tras una bandera que no tiene ningún significado, hostigados incesantemente por tábanos y avispas. Atravesando el ante-infierno, Dante llega a orillas del Aqueronte (alimentado por las lágrimas del género humano). Para cruzar este río, solicitan los servicios de Caronte, “el barquero de la muerte”, que transporta a las almas pecadoras a la otra orilla del Aqueronte.

 Círculo Primero: Limbo
Después de atravesar el Aqueronte, Dante se encuentra en el primer círculo del infierno, el Limbo, donde se hallan los muertos sin bautismo (uno de ellos es Virgilio). No son sometidos a ninguna pena material; pero están privados eternamente de la Beatitud.

Círculo Segundo: Lujuriosos
En el umbral del segundo círculo está Minos, juez infernal, que escucha la confesión de las almas pecadoras y señala el círculo a donde irán a parar, de acuerdo al pecado cometido, envolviendo la cola a su cuerpo cuantas veces sean los círculos que debe descender el alma penitente. Minos quiere impedir el ingreso a Dante, pero Virgilio le advierte que el poeta es enviado por mandato divino.
 Entre los lujuriosos que observa Dante están Cleopatra, Helena, Dido, Aquiles, Paris y Tristán. Ellos son empujados por un viento impetuoso de aquí para allá; representación magistral del instinto que domina y arrastra la voluntad del hombre, haciéndoles perder todo dominio sobre sí mismos. Este viento los empuja y revuelve; percutiéndolos unos contra otros.

Círculo Tercero: Golosos
El guardián del tercer círculo es Cerbero, el perro de las tres fauces siempre hambrientas. El pecado que se castiga en este tercer círculo es la gula (exceso en el comer y beber). Los golosos están condenados a engullir por toda la eternidad una mixtura repugnante, formada por la lluvia negra que ellos reciben y el fango producido por la tierra.

Círculo Cuarto: Avaros y Pródigos
El guardián del cuarto círculo es Plutón, quien al divisar a Dante, intenta con vano esfuerzo detenerlo. Los avaros y los pródigos durante la vida no pensaron sino en acumular dinero los unos y en gastarlo desordenadamente los otros, ahora ambos están condenados a empujarse recíprocamente enormes pesos con el pecho, gritando cada uno de ellos: “¿por qué agarras?”, “¿por qué sueltas?".

Círculo Quinto: Iracundos e Indolentes, Soberbios y Envidiosos
La laguna de Estigia que circunda la ciudad de Dite a modo de defensa, es el lugar de pena reservado a los iracundos, que, continuamente, se golpean a sí mismos ensangrentándose, y a los indolentes que, como en la vida fueron contrarios a todo trabajo útil, tristes y tediosos, así ahora no hacen más que suspirar bajo aguas de la laguna. Más allá, cerca de la ciudad de Dite, se encuentran los soberbios y los envidiosos, cuyos castigos son parecidos a aquellos de los iracundos. Posteriormente Dante y Virgilio cruzan la laguna Estigia gracias el barquero Flegias. Llegan a las puertas de la ciudad de Dite, las cuales son abiertas por un ángel de Dios.

Círculo Sexto: Herejes
Una vez en la ciudad de Dite, Dante y Virgilio contemplan el sexto círculo donde son castigados los herejes, quienes están dentro de sepulcros ardientes, con las tapas levantadas, formando una corona de fuego alrededor de las murallas internas de la ciudad.

Círculo Séptimo: Violentos
El guardián del séptimo círculo es el Minotauro, monstruo con cuerpo humano y cabeza de toro. Este séptimo círculo está dividido en tres jirones. En el primer jirón, se encuentran los violentos contra el prójimo (homicidas, devastadores de países, corsarios y ladrones de caminos), quienes se hallan sumergidos en el Flegelonte, río de sangre hirviente, vigilados y flechados por los centauros. En el segundo jirón, se encuentran los violentos contra sí mismos (suicidas) quienes están convertidos en árboles que son mordidos por negras perras hambrientas, provocándoles agudos gritos de dolor. En el tercer jirón se encuentran los violentos contra Dios (blasfemadores), quienes son expuestos a una continua lluvia de fuego.

Círculo Octavo: Fraudulentos
El guardián del octavo círculo es Gerión, verdadera imagen del fraudulento; tiene la cara de hombre justo y honesto pero el cuerpo de serpiente. El octavo círculo está divido en diez fosas concéntricas, llamadas “Bolges” o sacos, donde son castigados los fraudulentos.

Círculo Noveno: Traidores

En el noveno se encuentran aquellos que despreciaron el calor del cariño: los traidores. Este círculo está divido en cuatro fosas:

Fosa Caína, donde se encuentran los que traicionaron a su sangre (parientes), quienes están congelados desde los pies a la cabeza en la laguna Cocito.
Fosa Antenora, donde están los traidores a la patria, quienes también se hallan congelados de los pies a la cabeza.
Fosa Tolomea, que alberga a los traidores a la amistad, los cuales, al igual que los anteriores pecadores, también están sumergidos en el cocito.
Fosa Judeca, en donde se encuentran los traidores a su amo y señor. En el centro de esta fosa se encuentra Lucifer, quien tiene la mayor parte del cuerpo congelado; en vez de brazos tiene alas de murciélago, su cabeza tiene tres rostros: uno de color rojo, que representa el odio, en el cual mastica la cabeza de judas; el otro color amarillo, que representa la impotencia, en donde mastica el cuerpo de Bruto, y un último, color negro, que representa la ignorancia, en el cual mastica el cuerpo de Casio.

Cuando Dante observa a Lucifer no puede soportar tan horrible espectáculo y está a punto de desfallecer, Virgilio aprovecha que Lucifer extiende las alas para cruzar hacia el otro lado. A lo lejos, distinguen una montaña que emerge sobre el mar, representación alegórica del purgatorio.

Debe tenerse en cuenta que el recorrido de Dante por el infierno es en forma descendente, desde el pecado más leve hasta el pecado más grave, simbolización magistral de la degradación del hombre.

2. El Purgatorio

Dante y Virgilio han logrado salir de las entrañas del infierno y ahora contemplan el Purgatorio, reino que Dante coloca en una isla situada en las antípodas de Jerusalén.
Una isla en forma de montaña, en la cual se pueden distinguir los círculos o colinas de los pecadores, en donde las almas penitentes purifican sus espíritus a través del arrepentimiento. Este segundo reino está también dividido como el infierno en nueve partes: Antepurgatorio, los siete círculos y el Paraíso terrenal. El guardián del Purgatorio es Marco Poncio Catón.

Antepurgatorio

El primer lugar que Dante y Virgilio visitan es el antepurgatorio, donde las almas llegan en una barca impulsada por el ángel Nauta que viene desde el Tíber. Las almas del Antepurgatorio pertenecen a aquellos que se arrepintieron del pecado a última hora y su castigo consiste en tener que quedarse esperando al pie del Monte por un tiempo más o menos largo. Después de haber atravesado el Antepurgatorio, Dante y Virgilio se encuentran ante la Puerta del Purgatorio, delante de esta puerta el poeta observa tres escalones que representan los grados teologales de la penitencia, el primero de mármol blanco (arrepentimiento), el segundo, color rosa (confesión) y el tercero, color rojo vivo (el ardor de la caridad y el amor después de la confesión). Sobre el tercer escalón, está sentado el Ángel Portero delante del cual Dante, postrándose y golpeándose el pecho, pide misericordia para que le abra la puerta. Al ingresar al Purgatorio, un ángel dibuja en la frente de Dante siete letras “p” (siete pecados capitales).

Círculo primero: Soberbios.
Círculo segundo: Envidiosos.
Círculo Tercero: Iracundos.
Círculo Cuarto: Perezosos.
Círculo Quinto: Avaros y Pródigos.
Círculo Sexto: Golosos.
Círculo Séptimo: Lujuriosos.
Paraíso Terrenal.

3. El Paraíso

Dante imagina el Paraíso según el sistema cósmico de Ptolomeo, con un planeta al centro y nueve planetas más girando a su alrededor.
Dante, junto a Beatriz, va a visitar estos nueve planetas o cielos, en los cuales habitan los ángeles de Dios, quienes gozan de la paz y beatitud que le otorga el Creador. Los diez planetas que visita Dante son los siguientes:

Primer Planeta: Luna.
Segundo Planeta: Mercurio.
Tercer Planeta: Venus.
Cuarto Planeta: Sol.
Quinto Planeta: Marte.
Sexto Planeta: Júpiter.
Séptimo Planeta: Saturno.
Octavo Planeta: Cielo Estelar
Noveno Planeta: Cristalino (Aquí Beatriz lo abandona y acude en su ayuda San Bernardo, quien lo guía al Empíreo).
Décimo Planeta: Empíreo.


Cabe señalar que el objeto de esta obra fue el inducir a la humanidad a meditar más seriamente sobre el pecado y sobre el modo de librarse de él, a fin de poder gozar de la paz del alma en la tierra y ser digno de la beatitud en el cielo. Esta epopeya fue denominada “Comedia” por su autor, porque, como en las comedias, todo llega a feliz término: el encuentro de Dante con Beatriz, y posteriormente, con Dios.






AQUÍ LO VERÁS MEJOR
Estos son los personajes que aparecen (103):
1. Bill Gates
2. Homer
3. Cui Jian
4. Vladimir Lenin
5. Pavel Korchagin
6. Bill Clinton
7. Pedro El Grande
8. Margaret Thatcher
9. Bruce Lee
10. Winston Churchill
11. Henri Matisse
12. Genghis Khan
13. Napoleon Bonaparte
14. Che Guevara
15. Fidel Castro
16. Marlon Brando
17. Yasser Arafat
18. Julius Caesar
19. Gen. Claire Lee Chennault
20. Luciano Pavarotti
21. George W. Bush
22. Príncipe de Gales
23. Liu Xiang
24. Kofi Annan
25. Zhang An
26. Mikhail Gorbachev
27. Li Tiezi
28. Dante Alighieri
29. Dai Dudu
30. Pelé
31. Guan Yu
32. Ramses II
33. Charles De Gaulle
34. Albert Nobel
35. Franklin Roosevelt
36. Ernest Hemingway
37. Elvis Presley
38. Robert Oppenheimer
39. William Shakespeare
40. Wolfgang Amadeus Mozart
41. Steven Spielberg
42. Pablo Picasso
43. Marie Curie
44. Zhou Enlai
45. Johann Wolfgang Von Goethe
46. Laozi
47. Marilyn Monroe
48. Salvador Dali
49. Dowager Cixi
50. Ariel Sharon
51. Qi Baishi
52. Qin Shi Huang
53. Mother Teresa
54. Song Qingling
55. Rabindranath Tagore
56. Otto Von Bismarck
57. Run Run Shaw
58. Jean-Jacques Rousseau
59. Audrey Hepburn
60. Ludwig Van Beethoven
61. Adolf Hitler
62. Benito Mussolini
63. Saddam Hussein
64. Maxim Gorky
65. Sun Yat-Sen
66. Den Xiaoping
67. Alexander Pushkin
68. Lu Xun
69. Joseph Stalin
70. Leonardo Da Vinci
71. Karl Marx
72. Friedrich Nietzsche
73. Abraham Lincoln
74. Mao Zedong
75. Charlie Chaplin
76. Henry Ford
77. Lei Feng
78. Norman Bethune
79. Sigmund Freud
80. Juan Antonio Samaranch
81. Chiang Kai Shek
83. Leo Tolstoy
84. Li Bai
82. La reina Isabel II
85. Corneliu Baba
86. Auguste Rodin
87. Dwight Eisenhower
88. Michael Jordan
89. Hideki Tojo
90. Michelangelo
91. Yi Sun-Sin
92. Mike Tyson
93. Vladimir Putin
94. Hans Christian Andersen
95. Shirley Temple
96. Albert Einstein
97. Moises
98. Confucio
99. Ghandi
100. Vincent Van Gogh
101. Toulouse Lautrec
102. Marcel Duchamp
103. …y escondido por ahí Osama Bin Laden.